Una de las facetas más inspiradoras a la hora de escribir una historia es precisamente encontrarla. Y para lograrlo, cada persona se convierte en un cazador, ya que las historias comparten, al igual que las ideas, el talento escurridizo de las liebres.

Atraparlas en nuestras mentes será posible en la medida que dispongamos una manera de pensar abierta a las posibilidades, esto implica desarrollar la actitud y las herramientas propias de un cazador:

 

  1. El sombrero de caza: cambiar de sombrero, como también nos lo enseña el entrenador del pensamiento Eduard de Bono, es cambiar de actitud y de perspectiva ante las circunstancias. Imagine si en el preciso momento en que un mesero esté sirviendo un plato adoptara la manera de pensar de un atleta de los juegos olímpicos en plena prueba de lanzamiento de disco: ¡crash! Se ha gestado una historia de manera espontánea.
  2. Una buena “trampa” para atrapar historias necesita de una buena red: entre más conexiones de calidad tenga con sus colaboradores, socios, stakeholders, etc., más formas de atrapar historias va a tener.
  3. Una mochila resistente: si hace bien su labor de storyhunter, las ideas y/o las historias pueden ser lo suficientemente grandes y únicas, sería una lástima no poderlas llevar con usted por no tener a la mano dónde registrarlas. Lleve una libreta exclusiva para registrar sus historias, también son útiles aplicaciones para tomar notas en sus dispositivos móviles, como, por ejemplo, Storyplanner para IOS y Android.Entre más específica sea la función de la app para crear y gestionar historias, mucho mejor; de igual manera resultan útiles cámaras y grabadoras de voz. Recuerde que lo importante es

Las buenas historias son trofeos únicos, que pueden cambiar profundamente nuestra manera de pensar y de proceder en el interior de nuestra compañía ¡A cazar!